LA INNOVACIÓN EN LA VIVIENDA POST COVID-19

 

Desde la irrupción, repentina y profunda, del COVID-19 en nuestras vidas, nuestras rutinas y la manera en que las organizamos se han visto drásticamente afectadas. 
Probablemente el cambio de mayor importancia haya sido la expansión y normalización del teletrabajo, convirtiendo nuestros espacios de vivienda en ámbitos de trabajo repentinamente. Los habitantes de vivienda unifamiliar y las personas que viven fuera de núcleos urbanos en general han tenido un mayor margen de adaptación, siendo más afectados los habitantes de pisos en ciudades.

Esto ha venido a acelerar inmensamente una tendencia que ya estaba sucediendo de manera natural, en una forma de experimento a gran escala. La gran pregunta (también vale para otros muchos ámbitos del mundo post-pandemia) es si se trata de una situación transitoria o es algo que está aquí para quedarse. También ha acelerado otras tendencias como el uso del comercio electrónico. 

En las últimas décadas, el aumento constante del precio por m2 de vivienda en núcleos urbanos ha tenido como consecuencia la construcción de viviendas de menor superficie, necesariamente más optimizadas, pero a todas luces problemáticas en una situación de cuarentena.

CONSECUENCIAS PARA EL DISEÑO

A continuación listamos una serie de ideas que parecen estar siendo tendencia en el diseño de nuevas promociones:

-Uso de tecnologías no táctiles (voz o movimiento por ejemplo) de cara a la interacción con accesos o ascensores.

-Implantación de sistemas que permitan una mayor calidad de aire interior (ventilación y filtrado). Esto también era ya una tendencia en auge que se ha visto ahora acelerada, entre otras cosas por nuevos cambios normativos.

-Instalación de puntos de entrega de paquetería en edificios plurifamiliares que permitan una entrega segura.

-Creación de viviendas más flexibles que permitan un uso realmente polivalente del espacio, y una optimización de éste. Ejemplos de esto pueden ser: Un comedor o escritorio que se pliega contra la pared y permite el uso del espacio para hacer ejercicio o socializar. Estos requerimientos se vuelven dramáticamente más importantes en el caso de hogares con niños.

-Aumento de la demanda de espacios exteriores (privados y comunes), pasando de tener la consideración de lujo a ser prácticamente una necesidad.

-El auge de nuevos materiales con capacidades anti bacterianas y anti virales y su implantación en el diseño.

Como hemos comentado, alguno de estos factores eran ya tendencia que se han visto aceleradas por la pandemia, otros son novedosos y consecuencia de la adaptación a la situación actual.

Aspirar a construir espacios verdaderamente flexibles presenta muchas dificultades: El suelo es caro, y los promotores esperan de los arquitectos apurar el espacio todo lo posible. Ofrecer apartamentos de mayor tamaño (y por tanto menos viables o más caros) es poco realista, a no ser que implique salir del centro urbano (una tendencia de búsqueda que también se ha apreciado en los últimos meses con el auge del teletrabajo).
Es por tanto que la optimizacion del diseño en planta, el uso astuto de materiales y mobiliario sean factores clave en el mundo del diseño de vivienda post-COVID.

ARQUITECTURA POLIVALENTE

Ahora que pasamos más tiempo en casa y tenemos que compartir ese espacio constantemente, necesitamos trabajar en su optimización. Los espacios flexibles (que permitan separaciones temporales con tabiques móviles,  plantas, cortinas…) son la opción más conocida e inmediata. Otras ideas importadas del espacio de oficina pueden ser zonas donde poder tener videollamadas sin crear molestias para el resto de los habitantes, o el uso de la separación visual mediante mobiliario.

Lo que parece claro es que la flexibilidad ha llegado para quedarse. La configuración tradicional de cocina-salón-dormitorio entra en crisis cuando a los espacios se les pide más de una función. Y si bien es cierto que nuestra forma de habitar no ha cambiado drásticamente aparte de la incorporación del ámbito laboral en la vivienda, supone un cambio lo suficientemente dramático para afectar la forma en que vivimos.  

Aquí se puede aprender mucho de la arquitectura japonesa, donde cada centímetro cuadrado del espacio es utilizado, de cara a minimizar espacios de circulación, pasillos, etcétera.

A continuación os dejamos un par de imágenes de un gran ejemplo de arquitectura flexible y adaptable, en este caso diseñada en 2014, pero de aplicación en la situación actual. La casa Stella de PKMN architectures. Es un buen ejemplo del uso de elementos móviles y modulares, y elementos separadores motorizados que se desplazan y permiten un uso flexible del espacio. 

Casa Stella / PKMN Architectures. Fotografía Javier de Paz García
Casa Stella / PKMN Architectures. Fotografía Javier de Paz García

CONCLUSIÓN

En definitiva, la flexibilidad parece haberse convertido definitivamente en un factor de atracción.
Se busca permitir a la unidad familiar el uso compartido del espacio sin menoscabar un gradiente de privacidad  y refugio en otras situaciones diarias a definir por el usuario.
A raiz de una situación de pandemia y crisis, queremos casas que puedan serlo de muchas maneras diferentes, y eso puede traer consecuencias positivas. Como siempre, las situaciónes complicadas permiten innovar, y debemos aprovecharlas.