Tabique móvil vivienda Pedregalejo Rocamar

EL ESPACIO DOMÉSTICO ADAPTABLE.

Bienvenidos a esta nueva sección de nuestra web, desde aquí iremos tocando temas que nos resulten de interés, siempre relacionados con la arquitectura.

El tiempo en confinamiento que estamos pasando debido al omnipresente COVID-19  nos obliga a repensar nuestra relación con el espacio doméstico.
Las estancias adquieren nuevas funciones cuando pasamos todo nuestro tiempo en casa.  La mesa de la cocina se convierte en improvisada oficina remota, el suelo del salón es ahora desahogo para que los niños jueguen, el balcón donde da el sol de 4 a 7 se convierte en un preciado tesoro, el dormitorio se convierte en sitio desde donde hacer una videollamada cuando no queremos molestar a nuestra pareja que está viendo una película…

Es en estas situaciones “límite” cuando de verdad se pone a prueba el espacio habitable, y se evidencian sus carencias de diseño y concepción.

En Figuerola Arquitectos somos muy partidarios de espacios flexibles, polivalentes, que no sólo se adaptan a la forma de vida (única y particular) de cada usuario, sino que permiten una evolución y adaptación del espacio conforme cambian las necesidades de éste.

Por ejemplo, en uno de nuestros últimos proyectos, tuvimos un cliente sueco que de vez en cuando recibía a sus hijos de visita. Ideamos un panel móvil de madera con un carril para su desplazamiento, y una cama abatible en un armario, para poder dividir parcialmente el amplio salón en caso de tener visitas,  sin desperdiciar el espacio en un “cuarto de invitados” que permanecería la mayor parte del tiempo vacío, y permite su integración, uso y disfrute cotidianos.

Muchas veces (la mayoría), los arquitectos nos vemos obligados a diseñar para un cliente “fantasma” que aún no conocemos, por no tener la promotora aún compradores. En estos casos intentamos ofrecer soluciones muy funcionales, relativamente neutras, y que permitan (como casi siempre acabamos haciendo) un posterior ajuste, una vez la casa encuentre residente definitivo.

Nos gusta pensar en la vivienda como un ente vivo que puede mutar durante su ciclo vital, para adaptarse a sus habitantes.

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